Allá por el 2014, en Yankilandia, unos iluminados del marketing pensaron:

“¿Y si inventamos un día donde la gente se funda con estilo desde el sillón de su casa?”

Y pum, apareció el Hot Sale.

Un festival online de descuentos, ansiedad y carritos llenos a las 3 de la mañana.

 

Acá en Argentina, lo adoptamos con ese clásico espíritu criollo:

“¿Qué es esto del Hot Sale? ¿Se come?”

Pero una vez que entendimos que había auriculares con rebaja, smartwatches en 12 cuotas y notebooks sin interés, nos tiramos de cabeza.

 

Desde entonces, el Hot Sale es como el Black Friday, pero con mate, inflación y mucho F5

 

Y así fue como el Hot Sale llegó a nuestras vidas, con su combo explosivo de:

 

  • Carritos llenos a las 3 AM
  • Comparaciones de precios como si estuviéramos en la bolsa de Wall Street
  • Y esa gloriosa emoción de ganarle al sistema… aunque sea comprando un smartband en 12 cuotas sin interés.

 

Hoy, el Hot Sale ya es tradición nacional, como el asado o el “ya fue, me lo compro”.

 

En Music House lo vivimos como se debe:

 

  • Cargadores que no explotan el presupuesto
  • Smartbands que te dicen cuántas calorías gastás scrolleando
  • Parlantes JBL para armar la previa aunque estés solo con el gato

 

 

Así que si venís con ganas de renovar tus gadgets o simplemente querés sentir que ganás una batalla contra la tarjeta, este es tu momento.

 

Hot Sale es ahora. Y es acá. Y es en cuotas. Como todo en la vida.